LA PERLA MÁS GRANDE DEL MUNDO
Se dice con acierto que las perlas son los diamantes del mar, en este post te vamos a contar cuales son las perlas más grandes del mundo, pero antes de nada, vamos a ver una sencilla definición de “perla”, para hacernos a una idea de lo que estamos hablando:
Las perlas son gemas orgánicas que se producen dentro del cuerpo blando de los moluscos. Cuando un cuerpo extraño se introduce en el interior del cuerpo del molusco, éste reacciona superponiendo lentamente en capas concéntricas sobre la partícula una mezcla de cristales conocida como nácar, y este resultado es una perla.
En nuestro post “Tipos de perlas” podrás encontrar más información sobre estas maravillas de la naturaleza.
Y dicho esto, vamos a centrar toda nuestra atención en la perla más grande del mundo, pero haciendo mención a tres ejemplares:
En primer lugar, nos trasladamos a 1939, cuando el estadounidense Wilburn Dowell Cobb, da a conocer al mundo la que fue considerada la perla más grande del mundo hasta la fecha, una gema de 6,4 kg encontrada por un buzo filipino de la isla de Palawan en el mar de Joló, se dice que el buceador se ahogó recogiendo la perla. Esta gema fue bautizada como Perla Lao Tzu, o Perla de Alá, porque su forma evoca el rostro de un hombre con turbante, lo que de alguna forma se asoció con el profeta Mahoma.
Tendrían que pasar 77 años para que este récord fuera ensombrecido por uno nuevo, una gema que quintuplicaría el peso de la perla Lao Tzu, de nada más y nada menos que 34 kilos de peso, encontrada por un pescador local también de la isla de Palawan; El hombre estaba pescando cuando se percató que algo se había enganchado en el ancla de su barco, entonces descubrió la gigante perla.
Durante 10 años esta joya de la naturaleza permaneció debajo de su cama utilizada simplemente como amuleto, al parecer desconociendo completamente su valor, pero en 2016, tras una mudanza al parecer por un incendio en su casa, el pescador, que había perdido la fe en el amuleto, decidió sacarla a la luz y enseñó la piedra a su tía, Aileen Cynthia Maggay-Amurao, que en ese momento trabajaba en el ayuntamiento, y ésta, consciente del valor que podría tener, se la ofreció al alcalde para que fuera expuesta como atracción turística.
Actualmente la perla se encuentra expuesta en el edificio público New Green City Hall en Puerto Princesa (Filipinas), para ser admirada de manera gratuita por todo aquel que tenga el privilegio de poder visitarla.
Perla gigante de 34 kg, expuesta en Puerto Princesa.
No hay datos muy claros de que se haya autentificado que esta sea la perla más grande del mundo, ya que, sin embargo, pese a estas descomunales medidas, lo curioso es que la que aparece a día de hoy como la perla más grande del mundo en el Guinness World Records, no es ésta, sino otra perla de 27,65 kg que salió a la luz en el año 2019, se llama Giga Pearl, y esta es su historia:
Fue en el año 1959 cuando el abuelo de Abraham Reyes le compró una almeja gigante a un pescador al sureste de Manila para regalársela a su hija, la tía de Reyes, pero el señor Reyes no tenía ni idea de lo que contenía aquel bivalvo.
Por aquella época, las almejas gigantes eran muy corrientes, se utilizaban como pilas bautismales, y para decorar jardines y estancias, y muchas tenían protuberancias y otras anomalías, por eso la familia de Reyes no le dio ninguna importancia al supuesto pedrusco con apariencia de diente gigante que contenía aquella enorme almeja, que durante muchos años permaneció completamente ignorada en el seno de su familia. En ningún momento se plantearon que aquello podría ser una perla, y mucho menos la importancia que llegaría a adquirir.
Cuando Abrahan recibió la supuesta piedra como parte de la herencia de su tía, sospechando que ésta podría tener un valor que no se había reconocido, decidió guardarla durante un tiempo en una caja fuerte hasta poder hacer que fuera evaluada por unos gemólogos, y para ello decidió buscar la ayuda de un consultor en arte, ambos se pusieron en contacto con el Instituto Gemológico de América (GIA) en Nueva York, y éstos confirmaron sus sospechas.
Este raro ejemplar de perla barroca, de colores blanco crema, y no nacarada (lo que le da una naturaleza extraordinaria, ya que no pueden cultivarse de manera comercial), fue tasada en 80 millones de euros, y se presenta abrazada por los tentáculos de un hermoso pulpo de bronce diseñado por la artista neoyorquina Bethany Krull que realza su belleza de manera magistral.
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