PIEDRAS PRECIOSAS 3. EL ZAFIRO MÁS GRANDE DEL MUNDO
El zafiro es una piedra preciosa que pertenece a la familia de los corindones, y es la segunda sustancia más dura en la tierra después del diamante, con una calificación de 9 en la escala Mohs.
La única diferencia entre todos los corindones es que el rojo se llama rubí, y los demás colores, que se producen debido al proceso natural de oxidación, reciben el nombre de Zafiros, porque aunque si que es cierto que el color azul es el más común, no es el único.
Zafiro en bruto.
Sri Lanka, (la antigua Ceilán) está considerada la capital mundial de los zafiros, y es uno de los países más importantes del mundo en lo que respecta a gemas y joyas. A pesar del pequeño tamaño de la isla, en Sri Lanka la calidad de estas gemas es una seña de identidad, y es que incluso Marco Polo dijo de ella: “La isla de Ceilán es, por su tamaño, la mejor isla del mundo, y de sus arroyos salen rubíes, zafiros, topacios, amatistas y granates”,
Como no podría ser en otro sitio, su gobierno confirmó el martes 27 de julio del año 2021 el descubrimiento del zafiro más grande del mundo, un hallazgo que se hizo al parecer 8 meses antes, pero que se mantuvo en secreto hasta ahora.
Y es que en el caso del zafiro más grande del mundo, no hay dudas ni controversia sobre cual es la piedra que merece este honor:
Se trata de un zafiro estrella y se llama así porque es una variedad de zafiro que tiene un asterismo, un fenómeno que se produce debido a pequeñas inclusiones de rutilo, que bajo una luz directa o focal despliega unos rayos en forma de estrella sobre la superficie de la gema. Esta variedad de zafiro es mucho más rara que el zafiro tal y como lo conocemos. Es una gema opaca y se suele tallar en cabujón, con cúpulas muy altas para que el efecto del asterismo sea mayor.
La piedra encontrada pesa 510 kilogramos y mide 100 centímetros de largo, 72 de ancho y 50 centímetros de alto.
El zafiro ha aparecido casualmente, incrustado en una roca en la perforación de un pozo en una finca privada de Ratnapura, y aunque se ha trasladado a una caja fuerte de un banco, donde la van a guardar custodiada, al parecer, según las leyes de Sri Lanka, la piedra pertenece los propietarios de la finca donde se encontró.
Al parecer ya hay varios compradores para esta piedra, que se cree que podría alcanzar los 1000 millones de dólares, aunque en un examen inicial se valoró en unos 200 millones.
‘Serendipity’ es el nombre con el que se ha bautizado la gema.
Sin embargo, aunque este anterior es hasta la fecha el zafiro más grande del mundo, que se conozca, desde enero del año 2016 y hasta el año 2020, este honor lo ostentaba otra piedra:
Un comerciante, que desde entonces ha querido permanecer en el anonimato por su propia seguridad, sacó a la luz en el año 2016 un zafiro que pasaba 1.404,49 quilates, o lo que es lo mismo, 280,898 gramos, extraído en una mina, también en Ratnapura “La isla de las gemas”.
Este zafiro superaba al que hasta aquel momento era considerado el de mayor tamaño conocido, y que también se había encontrado en la isla, una piedra de 1.395 quilates.
Se trataba también de un “zafiro estrella”.
El comerciante relató en aquel momento que estaba buscando gemas para abrir una joyería, entonces fue cuando vio la gema y decidió comprarla, consciente del valor que podría llegar a tener y de que podría ser el zafiro más grande del mundo.
Se desconoce la cantidad que pagó por ella, él mismo reconoció que había pagado un precio muy alto.
Este zafiro fue bautizado por su propietario como “La estrella de Adán”. La referencia a Adán puede ser por varios motivos, por una parte, existe una creencia musulmana que dice que Adán y Eva, tras ser expulsados del paraíso, fueron depositados en uno de los montes más altos de Sri Lanka y allí fueron enterrados, por otro lado, “El pico de Adán”, es una montaña situada en Sri Lanka, sitio sagrado para hinduistas, budistas y musulmanes.
Desde que la piedra salió a la luz en el año 2016, no hay mucha información sobre qué sucedió con ella, el comerciante afirmaba en aquel momento que su intención era exhibirla en un museo, ya que esta piedra es tan grande que no puede ser utilizada en ninguna pieza de joyería, pero el miedo a que la robasen lo empujó a intentar vender el zafiro en una subasta para que los museos pujaran por ella y con el dinero obtenido pensaba apoyar al desarrollo económico de la isla.
No hay mucha más información de lo que pasó después.
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